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lunes, 2 de mayo de 2011

Atraído en pies descalzos por extraño suelo
Olvidados , juntos y ajenos
Tierra cansada , abierta y cerrada
Perfume de tinte morado
Me ciñe tu rancio hedor
Carroña de roble
Que no alimenta las bestias de mármol
Gente en suave piedra vestida
Recuerdo entero
Cae sobre tu atardecer la noche
Y crecen húmedos muros
Que a negros ángeles retienen
Vuela el cuerpo cansado
Bajo la tierra descansa
Suelta el aliento
Deja a los gusanos , ponerse tu ropa
Ya ni a nosotros mismos podemos tocar
Tan solos quedamos

Aesma Daeva-D'Oreste-Mozart